Me miras.
Te miro.
Vuelves a mirar.
Esta vez te sostengo los ojos.
Sé que te excita la lucha de poder.
No pestañeas.
Yo aún te miro.
Te falta poco.
Ya estas por jadear.
Te miro desde las alturas.
Tus ojos tiritan.
No puedes contenerme.
Soy superior.
Siempre estas a mis pies.
Sabes que no puedes vivir sin mí.
Sigues mirándome.
Cada vez te vas disminuyendo.
Te miro.
Bajas la vista, moviendo la cola.
Yo soy el amo.
Tu mi perra.
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